Recogida la uva, el proceso de elaboración es propiamente artesanal. Se realiza una fermentación a cielo abierto y se evita todo el estrés del remontado rompiendo el sombrero mediante un mecanismo manual, se juega con la temperatura ambiente sin que se introduzcan correcciones internas o externas de la misma.
Se trasiega a barricas de roble francés de primer y segundo año en la búsqueda de un equilibrio del tostado y se mantiene acunado durante un año y otro más en botella obteniéndose como resultado un vino singular y diferenciado expresión pura de un refinado bobal.